El día 25 de enero de 2012 he ido a ver la representación teatral de “El coloquio de los perros”, obra escrita por Miguel de Cervantes Saavedra.
No había leído este libro aunque sí me había informado sobre él. Respecto a lo que he visto hoy en el escenario mi valoración en general ha sido buena y provechosa a la vez.
Al principio me parecía complicado que solo dos personas pudieran interpretar tanto, pero cuando empezó la obra todo cambió. El reparto de personajes no era equitativo y se podía apreciar el estupendo y rápido trabajo que hacía uno de ellos. Mientras Cipión se iba convirtiendo en los demás personajes, Berganza nos contaba cómo transcurría la acción por lo que se hacía amena la espera. A veces no se apreciaba muy bien cuándo era personaje o perro.
Al principio de la obr,a cuando la furgoneta no les funciona y están solos el lenguaje es ameno y se entiende muy bien pero hay momentos del diálogo entre los perros o entre los perros y el amo en que no llegué a comprenderlo correctamente. Pero, en general, el lenguaje ha sido correcto y apropiado para mi gusto ya que se han entendido las ideas que Cervantes nos quiere transmitir en esta obra. Con tres o cuatro detalles como decorado, aprovecharon bien el espacio que tenían.
El final de la obra me causo aflicción: un personaje dice que tiene cáncer; pero no todo tiene un final feliz en esta vida.
Pienso que el coloquio con los artistas de esta obra ha sido agradable y ameno ya que hemos conocido, a través de las preguntas realizadas, cómo se prepara un artista para interpretar una obra de teatro en directo ante un público.
En líneas generales, me ha gustado mucho esta salida al teatro.
Laura Nogal Arias
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