14 feb 2013

EL ARTE DE ESCRIBIR


         Es su momento, necesita escribir algo, lo siente, pero no sabe qué hacer. Luego llega la inspiración para juntarse al dilema, pero ésta, decidida a ayudar, se mete en la caja de sus sentimientos, todavía bellamente dormidos como angelitos, para que empiecen a andar por ese largo, larguísimo sendero al que llamamos vida. Junto a ellos sus inquietudes, amores, miedos, sueños, metas… quería acción, sorpresas, novedades…
         Ella es de estatura media, tirando a bajita, no muy guapa (eso piensa ella), con esos ojos color miel de su madre, grandes y penetrantes, que con sólo una mirada pueden decirte más que con muchas palabras. Y el pelo de su padre, negro como el carbón y largo como una cascada, a su gusto ¡cómo no!

          Sana, tozuda, educada, inteligente, risueña, deportista, buena estudiante, muy observadora, tajante, divertida pero a la vez seria, demasiado competitiva, algo egoísta y muy, muy sabionda. Buena por las buenas y mala por las malas, nunca se deja pisar por nadie, pero no pisa para conseguir lo que quiere. En acuerdo con la filosofía: vive y deja vivir. Agradable a la vista y al corazón de algunos, tiene muy bien amueblada la cabeza. Nunca se le escapa nada, siempre atenta, muy protectora con los suyos y también muchas veces absorta en su mundo.
 
         Sus amigos… ¿qué puede decir? Le han proporcionado tantos momentos mágicos que le están enseñando a ver la vida desde otro punto de vista, más libre, más divertido, según ella. No se los merece, cada día aprende algo de ellos. Sus enemigos, bastantes, pero también les debe algo muy importante: el carácter fuerte e indestructible. Su familia es el pilar que la sostiene, de ella saca el apoyo y la fuerza para seguir adelante por este sendero. Al fin y al cabo, esta pequeña loca es lo que es gracias a la colaboración de personas maravillosas.

          Ella, con sus manías, debilidades y sus fuertes ganas de sentir, sabe que todo lo que está viviendo es demasiado normal, como los adultos, que ya se vuelven aburridos por ser lo que son, totalmente lógicos, racionales y sin sorpresas. Ellos mismos lo saben pero no quieren revelárselo al mundo sólo para no romper la total monotonía que acarrean, ¿curioso, verdad?
 
         Esto es lo que ella aborrece y odia por completo: la rutina, la normalidad a la que está sometida, sin arco iris que profetice calma ni tormenta con malos presagios en sus gotas oscuras. Por eso quiere vivir grandes experiencias, porque siente que envejecería y no habría marcha atrás, que metería la mano en el bolsillo de sus recuerdos y ¿qué encontraría? Sólo unas finas fotos para enmarcar, sin alma.
 
      Pero, ¿quién será la protagonista de esta historia?, ¿una persona que tanto conozco y a la vez desconozco? Pues yo, sin más, simplemente yo. Pensé que las personas con las que he pasado tantos años se merecían algo más sobre mí con palabras, risas, gestos o expresiones. Como ya sabéis me gustan muchas cosas pero la que más me gusta hacer, porque siento que es especial y con ella demuestro cosas que no se pueden demostrar en la simpleza es escribir en los simples folios blancos  porque, cuando escribes en ellos, dejan de ser blancos y aburridos, te sientes libre y tus pensamientos se pueden transformar en historias para leer, exámenes para corregir, claves para descifrar o textos, simplemente textos para disfrutar y aprender algo más sobre la persona que los escribe.


                                       Carmela T. C.D.
 2º E.S.O.

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