25 abr 2013

ODA AL AMOR SIN FIN



Un día vi una luz en el cielo,
cuan hermosa como un beso robado,
cuan brillante como un fugaz destello,
cuan buscada como el ladrón amado.

Era blanca como la nieve fría.
Era alegre como nuestras sonrisas,
muy misteriosa, pues razón tenía,
aunque efímera como la vida.
 
Entonces vi que graciosa pasabas,
y en mi interior se me escapó de pronto.
¡Luz, divertida! ¡Pero si aquí estabas!
 
Eternamente yo te agradezco,
por ser tú mi luz que lo alumbra todo.
Yo te puedo decir: Mamá, te adoro.

Carmela C. D.
2º ESO

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