Cuando el mundo entero
estalle
será todo demasiado
tarde.
El silencio de los
bosques,
el rumor de los mares;
todo se desvanecerá.
El tronco herido,
el corazón partido,
el cuerpo tirado,
desaparecido.
El mundo ya no
existirá.
Cuando el mundo entero
estalle
todo será demasiado
tarde.
El calor que sentía,
de tus arenas recibía
ya se desvaneció.
La madre que me
cuidaba,
la luz que me
abrazaba,
el mar que me bañaba,
el susurro del viento
que sonaba,
ya todo se esfumó.
El silencio nocturno
el aire soturno,
la sombra siniestra
que nunca se muestra,
hace su aparición.
El rudo vendaval,
que hace caer al
abismo
la muerte carnal,
gracias a nuestro
mutismo.
¡Oh! Terrible
destrucción.
N. A. F. 2do. ESO
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