Eran
tres amigos que vivían en un pueblo pequeño. En ese pueblo
empezaron a ocurrir cosas muy raras en la casa de un señor que vivía
solo y se había muerto, por lo que quedó la casa abandonada.
Un
día los tres amigos decidieron averiguar lo que pasaba en aquella
casa, porque cada día desaparecían las cosas, se oían ruidos, y
algunas cosas se movían de su sitio, la puerta aparecía abierta y
hasta algunas veces se veían luces. Se pusieron de acuerdo en que
cada noche vigilaría la casa uno de ellos. Al que le tocó quedarse
a vigilar la primera noche al principio pasó mucho miedo y no vio
nada; luego se quedó dormido y, cuando se despertó, se había hecho
de día. Entonces sus amigos se enfadaron con él y pensaron en
cambiar de táctica. Decidieron poner una cámara oculta u así nadie
tendría que pasar allí la noche.
Cuando
al día siguiente fueron a coger la cámara y la pusieron en su
ordenador, vieron que el que hacía desaparecer y mover las cosas,
hacía ruidos y encendía luces no era un fantasma, si no que era un
pobre.
Entonces
decidieron no perjudicarlo y le ayudaron. Se hicieron sus amigos y
muchas veces entre ellos se gastaban bromas llamándole a su nuevo
amigo ''el Fantasma''.
                                                                                
Kirti Gloria C.I.
2º ESO
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