28 mar 2013

CON MIRADA DE MUJER

 ENTREVISTA A MARÍA TERESA ÁLVAREZ

El pasado 21 de marzo hemos podido disfrutar con la presencia de Mª Teresa Álvarez, a quien agradecemos su generosidad y disponibilidad por haber aceptado nuestra invitación. Es el tercer año en que nos asomamos “con mirada de mujer” al mundo de la ficción como una manera especial, crítica e insospechada de atisbar la historia real.

No era el único objetivo conocer mejor la obra y los entresijos de “La Comunera de Castilla”, novela que han leído los alumnos/as de 1º de Bachillerato para ofrecer a sus compañeros de 3º, 4ª de ESO y 2º de Bachiller este espacio con la autora, sino también el deseo de profundizar en el papel de la mujer como escritora y también protagonista de la historia de su tiempo. Por su recorrido profesional y literario, Mª Teresa es experta en este tema.

Nació en Candás – Asturias. Es Licenciada en Ciencias de la Información, fue la primera mujer cronista deportiva en la radio asturiana y la primera mujer presentadora del programa regional de TVE en Asturias. Trabajó en el periódico “El Comercio”, colaboró en “La Voz de Asturias” así como en RNE de Oviedo y Radio Popular de Avilés. En 1987 se trasladó a Madrid donde desempeñó el cargo de Subdirectora de Cultura y Sociedad de los telediarios de TVE.

Un año más tarde dejó los informativos para dedicarse a un programa de documentales histórico-divulgativos entre los que destacaron: “Viaje en el tiempo” sobre Cristóbal Colón; “La pequeña española” dedicado a la vinculación de Mozart con España; “Sefarad, la tierra más bella” sobre el pasado y presente de los judíos sefarditas; y “Mujeres en la Historia”.  

Fue directora de varios cursos sobre el mundo femenino celebrados en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En este mes de abril abrió el ciclo de conferencias de la Sociedad Internacional de Bioética presentando a cinco escritoras: la monja María Jesús Ágreda, María de Zayas, Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán y María de la O Lejárraga. “Las mujeres hicieron de todo y en todos los tiempos, pese a las grandes barreras que tuvieron” (El Comercio, 19 de marzo 2013). 

Como novelista, todas sus obras se basan en temas histórico-biográficos de personajes femeninos. Ahonda en la explicación de la historia de un modo diferente y a través de ojos femeninos. En 1999 publica su primer libro “La pasión última de Carlos V” y a continuación… 

Isabel II. Melodía de un recuerdo (2001)
El secreto de Maribárbola (2004)
Madre Sacramento (2005)
Ellas mismas. Mujeres que han hecho historia contra viento y marea (2005)
La Comunera de Castilla (2007-2008)
Catalina de Lancaster (2008-2009)
El enigma de Ana (2009)
La Infanta Paz de Borbón (2011)

En esta temporada está haciendo la presentación y promoción de su última novela Margarita de Parma, una mujer con la que se encuentra en varias ocasiones al investigar sobre otras mujeres. Nos comunica que disfrutó mucho escribiendo su historia. 

La entrevista fue preparada y coordinada por Luis Ángel Calderón, Lucía Carande, Paloma Fons y Nerea Pérez, alumnos de 1º de Bachillerato.

La autora comienza confesando que la serie televisiva “Mujeres en la historia” le cambió personal y profesionalmente. Nunca se había planteado ser escritora, pero dos editoriales le invitaron a escribir. Solo se decide cuando una tercera editorial insiste y empieza “con miedo” y “sin saber si lo hacía bien”. Descubrió que era feliz escribiendo. Cuando presentó su primera novela, sintió miedo y pudor. “Lo pasé mal” dice, “pero funcionó y seguí escribiendo”. “No pretendo hacer literatura, soy una periodista a quien le gusta contar la historia”.

A la hora de novelar “lo más difícil es el primer folio”; luego, no sigue un procedimiento predeterminado. Alrededor de la protagonista crea unos personajes de ficción que hagan más ameno el relato y que, al mismo tiempo, le den juego para dar a conocer rasgos importantes de la personalidad de la mujer que pretende dar a conocer. Hay personajes que se van creando a medida que se escribe el libro. Dialoga mucho con ellos y asegura: “en los personajes dejas mucho de ti”.

Pretende ser fiel al personaje histórico, pero recrea los diálogos, la expresión de los sentimientos, los ambientes. Nos explica que en Madre Sacramento describe la lluvia asturiana.

No dudó en identificar al personaje que más admira: María Pacheco, mujer que nació en la Alambra de Granada y murió en la miseria por defender unos ideales. Es la protagonista de “La comunera de Castilla”. Entre los personajes de ficción: Moraima, Felipa, Zahía… elige a Moraima, quien le permite resaltar la capacidad de María como mujer abierta a lo diferente, también culturalmente hablando. Felipa es un personaje creíble y le ha permitido un final esperanzador después de la muerte de María.

Cuando se le preguntó si veía algún paralelismo entre la situación crítica actual y la reflejada en la novela, se manifestó en total desacuerdo. Con los comuneros desaparece la voz de Castilla. Mª Teresa piensa que no estaban en contra del Rey, sino que deseaban que éste quisiera tanto a Castilla como ellos. Pero los intereses del Imperio superaron los intereses del pueblo castellano. El momento actual la autora lo califica como un verdadero “tsunami”, la crisis y el descontento abarca casi todos los aspectos de la realidad, “la situación que estamos viviendo es dificilísima”.

La novela histórica exige un trabajo de documentación complicado y arduo pues sobre las mujeres no se escribe y solo se encuentra información en libros que tratan sobre hombres. Pero, confiesa, “me gusta aprender y divulgar”.

Afirma que todo lo que hizo el hombre también lo hizo la mujer pero en inferioridad de condiciones. La mujer ha quedado relegada de la formación, no se han cultivado sus talentos. Muchas mujeres han escrito lo publicado por sus maridos, hermanos… “¡Qué horror que se haya desperdiciado tanto talento!”

Mª Teresa no busca suplantar al hombre, por eso no es partidaria de ciertos “feminismos” excluyentes. Una persona, comenta, “tiene que valorar lo distinto y complementario; yo no quiero ser como los hombres, quiero ser mujer, pero no quiero sentirme marginada”.

Termina la entrevista con la pregunta de rigor: ¿Qué consejo darías a una persona de nuestra edad a quien le guste escribir? Sin dudar nos dice: “que escriba mucho… y que lea”. Confiesa que su madre no estudió, pero leía todo lo que caía en sus manos y estaba preparada para hablar con cualquiera. Insiste en que “la cultura es el arma que tienes para poder protestar y defender” los derechos tuyos o de los otros. Una persona culta está preparada para defender lo que considere justo y además tiene la oportunidad de disfrutar más.

Se despide con un regalo, una idea que deja flotar en el ambiente para que se medite en ella y quede grabada en las mentes y en los corazones de quien desee acogerla: “A veces no se puede hacer lo que se quiere. Lo que tienes que hacer siempre es querer lo que haces”.

Hemos disfrutado de la presencia de una mujer serena, culta y sencilla que no olvidaremos y que ha dejado su huella en este espacio querido del colegio, nuestra casa.

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