He
elegido realizar este ensayo sobre mi propio nombre para saber su procedencia,
etimología, investigar un poco más el porqué de su elección por parte de mis
padres, el significado que tiene para ellos y qué personajes a lo largo de la
historia lo han llevado.
El nombre es tan importante para identificar a las
personas, como para llamarlas, distinguir unas personas de otras, así como
provocar una reacción positiva en la persona a la que nos dirigimos al
pronunciar su propio nombre.
Adán, Eva, Noé, Juan son solo algunos de los nombres
que aparecen en la Biblia. Esto nos lleva a la conclusión que desde hace miles
y miles de años a los seres humanos se les reconocía por una sola palabra:
Aristóteles, Copérnico, Arquímedes, Plutarco, etc. Más tarde, en la Edad Media
se solía utilizar un nombre junto con un apodo, por ejemplo Felipe “El
Hermoso”.
Todos tenemos derecho por ley a tener un nombre
propio, el cual solo podrá ser cambiado en algunos casos y con los trámites
correspondientes legislativos.
En mi caso, no existe ningún problema al respecto.
Mi nombre fue elegido por mis padres hace diecisiete años atrás. No existe
motivo de gran relevancia del porqué de esta elección. Simplemente, era un
nombre poco abundante en la sociedad y no existía ninguna persona en la familia
que se llamase así. Unos eran muy largos, complicados de escribir,… Pero para
mí, mi nombre es perfecto. No se puede acortar (“Da”, “Vid”), ni hacer rimas
malsonantes, o de cualquier otro tipo. Además, me gusta la concordancia de mi nombre con mi apellido “Santos”.
David es un nombre masculino de origen hebreo que significa «el amado y querido de Dios» o «el
elegido de Dios». (Incluir cita) Su antiguo
origen y su extensión por todo el mundo a lo largo del tiempo, no han hecho que
varíe su forma o se pierda sino todo lo contrario, cada vez más personas eligen
el nombre de David para sus hijos. Además, se le atribuye a las personas que lo
tienen su amabilidad, minuciosidad en el trabajo y lo gran planificadores que
son.
A lo
largo de la historia ha habido muchos personajes de gran importancia que han
llevado este nombre como por ejemplo:
- El "David" de Miguel Ángel es una escultura realizada sobre mármol que
representa al rey David en la plenitud de la vida, símbolo de la libertad y
perfección de los ideales de belleza de la época, antes de derrotar a Goliat.
- David
Livingstone (1813-1873) fue un
médico y misionero escocés, además de una de las mayores figuras de la historia
de la exploración. En Gran Bretaña fue considerado como un héroe nacional. Su
nombre siempre estuvo rodeado de misterio; además, cada vez que se habla de él
recordamos algunos de sus grandes descubrimientos como las cataratas Victoria. Leyendo
algunos fragmentos de obras se pueden destacar citas como esta: “David se había
convertido en una leyenda en América, y todo el mundo quería conocerle si él
estaba vivo y qué
estaba haciendo”. FALTA CITA LITERAL
- David Copperfiel (1956) es un
ilusionista que ha realizado fantásticos trucos de magia como levitar sobre el
Gran Cañón o atravesar la Gran Muralla China. Su nombre ha sido muy reconocido
en todo el mundo, así como sus obras para ayudar a pacientes minusválidos a
recuperarse. Que personajes de esta talla lleven mi mismo nombre supone una
gran satisfacción.
En mi
opinión, el nombre de David es uno de los nombres más bonitos que
existen; además, gracias a toda la información
buscada y recopilada he podido comprobar que aparece tanto en el ámbito
religioso, musical, futbolístico, así como en la natación o el cine. De todos modos, lo realmente importante sería la
persona y no tanto el nombre en sí. La
persona portadora del nombre es la que perfila su personalidad a través de sus
gustos, aficiones y conocimientos.
David Santos
Referencias
bibliográficas
·
Albaigès i Olivart, Josep M. (1993). El diccionario de los nombres. Barcelona:
Universitat de Barcelona.
·
Beliner,
J.; Copperfield D. (1995). Cuentos de
David Copperfield de lo imposible. Nueva York: HarperPrism.
·
Castellón,
T. F. (2004). El significado de los nombres. Málaga: Editorial Sirio S. A.
·
Ludueña, Maria Eugenia (2004). El libro de los nombres del bebé. Buenos
Aires: Guadal S. A.
·
Paolucci, A. (2009). David: Michelangelo. Florencia: Giunti Editore S.A.
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