25 jun 2014

DAVID, MÁS QUE UN NOMBRE



He elegido realizar este ensayo sobre mi propio nombre para saber su procedencia, etimología, investigar un poco más el porqué de su elección por parte de mis padres, el significado que tiene para ellos y qué personajes a lo largo de la historia lo han llevado.


El nombre es tan importante para identificar a las personas, como para llamarlas, distinguir unas personas de otras, así como provocar una reacción positiva en la persona a la que nos dirigimos al pronunciar su propio nombre.


Adán, Eva, Noé, Juan son solo algunos de los nombres que aparecen en la Biblia. Esto nos lleva a la conclusión que desde hace miles y miles de años a los seres humanos se les reconocía por una sola palabra: Aristóteles, Copérnico, Arquímedes, Plutarco, etc. Más tarde, en la Edad Media se solía utilizar un nombre junto con un apodo, por ejemplo Felipe “El Hermoso”. 


Todos tenemos derecho por ley a tener un nombre propio, el cual solo podrá ser cambiado en algunos casos y con los trámites correspondientes legislativos.


En mi caso, no existe ningún problema al respecto. Mi nombre fue elegido por mis padres hace diecisiete años atrás. No existe motivo de gran relevancia del porqué de esta elección. Simplemente, era un nombre poco abundante en la sociedad y no existía ninguna persona en la familia que se llamase así. Unos eran muy largos, complicados de escribir,… Pero para mí, mi nombre es perfecto. No se puede acortar (“Da”, “Vid”), ni hacer rimas malsonantes, o de cualquier otro tipo. Además, me gusta la concordancia de mi nombre con mi apellido “Santos”.


David es un nombre masculino de origen hebreo que significa «el amado y querido de Dios» o «el elegido de Dios». (Incluir cita) Su antiguo origen y su extensión por todo el mundo a lo largo del tiempo, no han hecho que varíe su forma o se pierda sino todo lo contrario, cada vez más personas eligen el nombre de David para sus hijos. Además, se le atribuye a las personas que lo tienen su amabilidad, minuciosidad en el trabajo y lo gran planificadores que son.


A lo largo de la historia ha habido muchos personajes de gran importancia que han llevado este nombre como por ejemplo:


- El "David" de Miguel Ángel es una escultura realizada sobre mármol que representa al rey David en la plenitud de la vida, símbolo de la libertad y perfección de los ideales de belleza de la época, antes de derrotar a Goliat.

- David Livingstone (1813-1873) fue un médico y misionero escocés, además de una de las mayores figuras de la historia de la exploración. En Gran Bretaña fue considerado como un héroe nacional. Su nombre siempre estuvo rodeado de misterio; además, cada vez que se habla de él recordamos algunos de sus grandes descubrimientos como las cataratas Victoria. Leyendo algunos fragmentos de obras se pueden destacar citas como esta: “David se había convertido en una leyenda en América, y todo el mundo quería conocerle si él estaba vivo y qué estaba haciendo”.  FALTA CITA LITERAL

- David Copperfiel (1956) es un ilusionista que ha realizado fantásticos trucos de magia como levitar sobre el Gran Cañón o atravesar la Gran Muralla China. Su nombre ha sido muy reconocido en todo el mundo, así como sus obras para ayudar a pacientes minusválidos a recuperarse. Que personajes de esta talla lleven mi mismo nombre supone una gran satisfacción.

En mi opinión, el nombre de David es uno de los nombres más bonitos que existen; además, gracias a toda la información buscada y recopilada he podido comprobar que aparece tanto en el ámbito religioso, musical, futbolístico, así como en la natación o el cine. De todos modos, lo realmente importante sería la persona y  no tanto el nombre en sí. La persona portadora del nombre es la que perfila su personalidad a través de sus gustos, aficiones y conocimientos.
David Santos

Referencias bibliográficas

·   Albaigès i Olivart, Josep M. (1993). El diccionario de los nombres. Barcelona: Universitat de Barcelona.

·   Beliner, J.; Copperfield D. (1995). Cuentos de David Copperfield de lo imposible. Nueva York: HarperPrism.

·   Castellón, T. F. (2004). El significado de los nombres. Málaga: Editorial Sirio S. A.

·    Ludueña, Maria Eugenia (2004). El libro de los nombres del bebé. Buenos Aires: Guadal S. A.

·    Paolucci, A. (2009). David: Michelangelo. Florencia: Giunti Editore S.A.

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